
¿Existe realmente un ‘perro libre de parásitos’ en los criaderos de perros?”
Conceptos básicos de la cría de perros:
5 pasos para la desparasitación en hembras reproductoras
“¿Existe realmente un ‘perro libre de parásitos’ en los criaderos de perros?”
La idea de un perro completamente libre de parásitos puede ser reconfortante, especialmente cuando pensamos en la sanidad de un criadero y la salud general de las hembras reproductoras.
Sin embargo, como suele ocurrir con escenarios aparentemente perfectos, la verdad es algo más compleja. Especialmente cuando hablamos de los matices de la desparasitación y la prevención de parásitos.
La desparasitación no es sólo una tarea que realizamos de forma rutinaria en los criaderos; es una parte integral de lo que se llama profilaxis médica. La prevención de parásitos juega un papel fundamental en el mantenimiento de la salud de las hembras reproductoras.
Para aquellos que no están familiarizados con el término, piensen en la profilaxis médica como un escudo protector, una medida preventiva que tomamos para proteger a nuestras mascotas, especialmente a las hembras reproductoras, contra posibles amenazas a la salud.
Hay que tener en claro que estamos hablando de poblaciones y no de individuos.
Aunque parezca un tanto preocupante, la verdad es que cuando tenemos una población de perros en un ambiente, sin darnos cuenta generamos un ambiente ideal para los parásitos.
Es una realidad y un aspecto inevitable del mundo de la cría, que hace que la desparasitación no sea un hecho negociable. Si o si debemos tener un programa, una estrategia.
Hoy en día tenemos una gran cantidad de productos, cada uno de los cuales promete soluciones antiparasitarias eficientes.
Y lo admito, incluso para un profesional experimentado como yo, la gran variedad a veces puede resultar… vertiginosa.
En medio de este extenso paisaje, determinar el camino correcto puede parecer como navegar por un laberinto
¿Nuestra misión? Recomendar un protocolo óptimo de desparasitación en perras reproductoras.
Paso 1: buscar conocimiento en CAPC (Companion Animal Parasite Council)
En mis primeros años como profesional, me basé en gran medida en lo que aprendí en la Facultad y en lo que estaba escrito en los libros de texto.
Pero, como cualquier profesional apasionado, existe un prurito, una persistente sensación de curiosidad que nos impulsa a reevaluar y reevaluar continuamente nuestros conocimientos.
Mientras contemplaba escribir este blog, me pregunté:
“¿Lo que he estado enseñando a los colegas sigue siendo el estándar de oro? ¿Existe información más nueva, quizás con más matices?”
Fue con esta mentalidad que decidí que mi primer paso lógico debería ser consultar el sitio web de CAPC.
El Companion Animal Parasite Council (CAPC) ha sido mi compañero de confianza en el pasado, ofreciéndome las pautas y los conocimientos más actualizados sobre el control de parásitos.
Si hubo avances o cambios recientes en la comprensión de las enfermedades parasitarias y su prevención y tratamiento, ¡este sería el lugar para encontrarlos con seguridad!
En el momento en que abrí el sitio web de CAPC, inmediatamente me saludó un mapa de prevalencia. Para aquellos que no están familiarizados, este mapa muestra visualmente la frecuencia de parásitos específicos en cada región del mundo.
Es un claro recordatorio de las variaciones geográficas en la prevalencia de parásitos. Estas herramientas resaltan el hecho de que, si bien tenemos directrices generales, los detalles pueden variar significativamente según donde esté ubicado el criadero.
Lo que subraya la importancia de la colaboración veterinaria localizada.
Si bien los protocolos y directrices generales proporcionan un enfoque fundamental, adaptarlos a las amenazas únicas de una región en particular garantiza una estrategia de desparasitación más eficaz.
Para los criadores de perros, es un consejo clave: “trabaje siempre en estrecha colaboración con su veterinario local para ajustar los protocolos de desparasitación a su entorno específico”.
Mi búsqueda en el sitio web del CAPC fue fructífera; Finalmente localicé la pauta que había estado buscando para las hembras reproductoras:
Mantenga a las madres gestantes y lactantes con productos de control de amplio espectro.
Un producto de control de amplio espectro es un tipo de solución antiparasitaria que no solo ataca a uno o dos parásitos, sino que cubre una variedad mucho más amplia. Su eficacia se extiende a múltiples tipos de gusanos, incluidos, entre otros, ascárides, anquilostomas, tricocéfalos y tenias. La etiqueta de “amplio espectro” significa su capacidad para contrarrestar una amplia gama de parásitos internos que podrían amenazar a nuestros perros.
Volviendo a sus pautas para la cría de perras, lo encontré… bastante conciso, ¿verdad?
Pero dada la profundidad de la información por la que este sitio web es conocido, tenía que haber más debajo de la superficie.
Entonces, persistí en mi búsqueda y, curiosamente, mi exploración me llevó de regreso… al mapa de prevalencia.
Paso 2: Identificar los 3 principales parásitos de su zona
Tras una inspección más cercana del mapa de prevalencia de parásitos intestinales en el sitio web de CAPC, destacó un detalle intrigante: el mapa mostraba el predominio claro de sólo tres parásitos: ascárides, anquilostomas y tricocéfalos.
Esto despertó mi curiosidad. Con la gran cantidad de parásitos que se sabe que afectan a los perros, ¿por qué centrarse predominantemente en estos tres?
CAPC, al ser un recurso integral, ofrece pautas detalladas para cada parásito (hay 113 enumerados allí, y sí, ¡los conté!).
Entonces, naturalmente, mi siguiente paso fue examinar las pautas dedicadas a estos tres parásitos destacados en su mapa.
Y esto es lo que encontré:
– Nemátodos: Toxocara spp. son parásitos extremadamente comunes de perros y gatos en todo el mundo. Las encuestas que utilizan muestras recolectadas por ejemplo en todo Estados Unidos muestran que más del 30 % de los perros menores de 6 meses de edad están eliminando huevos de T. canis, y algunos estudios han demostrado que prácticamente todos los cachorros nacen infectados con T. canis.
– Anquilostomas: Ancylostoma caninum es un parásito común de los perros en todo Estados Unidos. En una encuesta realizada en 1996 utilizando muestras fecales recolectadas de perros en todo Estados Unidos, el 19% de las muestras fecales contenían Ancylostoma spp. huevos y el 1,02% contenía Uncinaria spp. La prevalencia del ancylostoma osciló entre menos del 5% en el oeste y el 36% en el sureste de los Estados Unidos.
– Triciclos: Los tricocéfalos se encuentran en hasta el 14,3% de los perros de refugios muestreados en los EE. UU. y en el 10% de los perros presentados en hospitales universitarios veterinarios.
Al examinar los datos, inmediatamente me pasó por la cabeza un pensamiento: los porcentajes asociados a estos tres parásitos son alarmantemente altos.
¿Podría ser posible que los ascárides, los anquilostomas y los tricocéfalos sean las lombrices intestinales que se encuentran con mayor frecuencia en los perros?
Para validar este indicio, busqué más investigaciones y me topé con un artículo de 2020 que se hacía eco de mis sospechas. El estudio examinó perros de parques de EE. UU. y descubrió que 1 de cada 5 perros tenía parásitos intestinales.
Y subrayó que los principales parásitos intestinales en los perros eran, sin duda, ascaris, anquilostomas y tricocéfalos.
Esta revelación subraya un punto vital: al formular nuestros protocolos de desparasitación, estos tres parásitos deben ser los no negociables, los objetivos principales.
Sin embargo, una advertencia basada en lo que mencioné antes: las variaciones geográficas desempeñan un papel fundamental.
Si bien estos tres podrían ser las principales amenazas a gran escala, la ubicación geográfica del criadero, podría albergar amenazas adicionales.
Aquí es donde la experiencia de su veterinario local se vuelve indispensable.
Son ellos los que están al tanto de las prevalencias parasitarias regionales.
La experiencia del médico Veterinario local, podría ampliar su enfoque desde el “Top 3” hasta posiblemente el “Top 5” o incluso más, dependiendo de las prevalencias locales.
Sin embargo, como paso fundamental, estos tres gusanos destacados por los datos de prevalencia generales siempre deben estar contemplados en nuestro protocolo de desparasitación.
Paso 3: Identificar el tratamiento adecuado para las perras reproductoras
Habiendo identificado mis “3 principales” parásitos, mi siguiente paso lógico fue profundizar en la formulación de las estrategias de desparasitación más efectivas adaptadas a estas amenazas específicas, especialmente en las perras reproductoras.
Con determinación renovada, revisé las páginas de CAPC dedicadas a cada uno de estos parásitos.
Y, he aquí, aquí está la información invaluable que descubrí:
Las perras preñadas pueden recibir tratamiento prolongado durante el embarazo y la lactancia con fenbendazol o de 2 a 4 tomas con una dosis alta de ivermectina para prevenir la transmisión transplacentaria y transmamaria de larvas de T. canis y larvas de anquilostoma a las crías. Ambos protocolos implican el uso fuera de rótulo de antihelmínticos. Pero la experiencia dice que son drogas seguras en las hembras gestantes y lactantes contemplando algunas excepciones.
No se deben utilizar dosis altas de ivermectina en ningún perro de las razas que tienen prevalencia de la mutación del gen MDR1. Por ejemplo Collies, Bobtail, etc.
Paso 4: Elaboración del protocolo de desparasitación óptimo para perras reproductoras
Ahora, después de haber recopilado y analizado todo este conocimiento, lo fusioné en el siguiente plano.
Protocolo óptimo de desparasitación para hembras reproductoras
- Pre-apareamiento:
– Desparasitar a las hembras tan pronto como se observen en celo.
- Durante la gestación:
– Desparasitar a las madres gestantes a partir del día 42 de gestación. Este momento es crucial, ya que es cuando la mayoría de los parásitos pueden comenzar a migrar al feto en crecimiento.
Si va a incluir en el protocolo Ivermectina o sus derivados, es fundamental conocer la genética de su perro antes de optar por esto.
- Lactancia:
– Desparasitar las madres lactantes cada 15 días. Esto ayuda a disminuir la cantidad de parásitos que podría transmitir a través de la leche.
- Todo el año:
– Mantener a la hembra con productos de control de amplio espectro.
- Consulta:
– Establezca siempre un protocolo de desparasitación en colaboración con tu veterinario local.
Las diferencias regionales significan que la prevalencia de ciertas enfermedades parasitarias varía según la geografía.
Un veterinario local puede proporcionar información sobre amenazas específicas en su área, y este ajuste garantiza la salud de las hembras reproductoras y sus camadas.
Paso 5: Identificar el producto antiparasitario adecuado
Habiendo refinado mi protocolo, sentí el impulso de profundizar más.
Sí, se sentaron las bases, pero ¿qué productos específicos podría recomendar a otros criadores de perros para sus perras reproductoras?
Mi investigación me llevó una vez más a una herramienta maravillosa en el sitio web de CAPC: la “Guía de referencia rápida de productos”.
Con esta guía, puede seleccionar la especie (en nuestro caso, perros) y apuntar específicamente a los parásitos en foco.
Recuerde: para las hembras reproductoras, nuestras principales preocupaciones son los nemátodos (Toxocara canis), los anquilostomas (Ancylostoma caninum) y los tricocéfalos (Trichuris vulpis).
Y tras esta selección, la guía enumera convenientemente los productos adecuados para combatir estos parásitos.
Si bien una gran cantidad de opciones podrían servir a nuestro propósito de prevención durante todo el año, es esencial volver a nuestros hallazgos anteriores del CAPC.
Específicamente, la mención de fenbendazol e ivermectina (aunque recuerde que esto no está indicado en la etiqueta, por lo que el consejo de un veterinario es crucial).
Con la guía, usted tiene la posibilidad de discernir el compuesto activo en cada producto, lo que le otorga el poder de una elección informada.
Un aviso crucial: antes de comprometerse con un producto, especialmente durante la reproducción, examine la etiqueta del producto. Es una tarea sencilla: escriba el nombre del producto seguido de “etiqueta” en una búsqueda en Internet y examine los resultados para conocer sus recomendaciones de uso durante la gestación y la lactancia. Una nota de advertencia: algunas etiquetas desaconsejan claramente su uso en perras preñadas, señalando preocupaciones como mayores riesgos de aborto y anomalías congénitas.
Más típicamente, las etiquetas pueden indicar que los efectos del producto no se han medido en perros reproductores o lactantes. Esta incertidumbre velada subraya el énfasis de CAPC en el uso no autorizado y, en consecuencia, el papel indispensable de su veterinario en este proceso de toma de decisiones.
En esencia, si bien el protocolo fundamental para la desparasitación y la prevención de parásitos es claro, perfeccionarlo exige el diálogo con su veterinario de confianza.
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Para todos aquellos involucrados en la cría de perros, espero que este blog les haya proporcionado claridad, dirección y recursos valiosos.
La desparasitación no es simplemente una rutina; es un componente indispensable de la profilaxis sanitaria de su criadero. El objetivo nunca es eludirlo sino ejecutarlo con precisión informada.
Su viaje hacia la salud óptima de su criadero comienza con conocimiento y ahora puede contar con este Blog para que se sienta más preparado que nunca.